Existe una diferencia substancial entre el proceso de envejecimiento y la vejez, y Senior’s Club está interesado en que conozca esta gran diferencia.
El envejecimiento es un concepto difícil de establecer, sin embargo, algunos autores coinciden con que se trata de un proceso en el que el individuo con el paso del tiempo va perdiendo vitalidad, entendiendo la vitalidad como la capacidad que tiene el organismo para realizar sus diferentes funciones biológicas. El envejecimiento es un proceso que se caracteriza por ser heterogéneo, intrínseco e irreversible. Inicia con la concepción y se desarrolla durante el curso de vida, aclarando que no todo el organismo envejece simultáneamente. Hay funciones que permanecen en el individuo hasta avanzada edad y otras se pierden precozmente.
Para comprender más este concepto, es importante conocer que existen diferentes cambios a nivel biopsicosocial que determinan algunos tipos de envejecimiento, los cuales se describen a continuación:
- Envejecimiento normal: También denominado primario, el cual produce una serie de cambios a nivel biológico, fisiológico y social que ocurren gradualmente a lo largo del tiempo.
- Envejecimiento patológico: Este hace referencia a los cambios que no hacen parte del envejecimiento natural y/o normal, si no a la presencia de enfermedades, que pueden ser reversibles o que incluso se pueden prevenir, a diferencia del envejecimiento natural que es inevitable.
- Envejecimiento óptimo: Este se relaciona con el sostenimiento de la calidad de vida en las mejores condiciones posibles, tanto físicas, psicológicas y/o sociales, lo que reducirá la presencia de enfermedades, fomentando la autonomía para vivir, sin necesidad de depender de otras personas.
El envejecimiento de los individuos también se refleja en la sociedad en la que viven, dada la interacción con las demás personas. Cambios
personales, psicológicos y familiares producto de transiciones como la jubilación, el traslado a viviendas más apropiadas y la muerte de la pareja y amigos, impactan en el entorno de la persona que los vive.
Por otro lado, la vejez es una etapa más de la experiencia humana la cual está basada en el reconocimiento de que el paso del tiempo produce efectos en las personas, llamadas también Adultos Mayores. El inicio de esta etapa no se puede encasillar en una edad ni se puede atribuir al momento de la jubilación y ha habido una transformación importante durante los últimos años de la imagen de las personas mayores, es decir, de los estereotipos.
A nivel conceptual la vejez está definida a partir de la cultura, las formas de parentesco (padres, abuelos), la economía, el nivel de salud, determinados modelos de conducta, las creencias religiosas, la marginación, la moral, la política y el grado de independencia para cubrir las necesidades básicas e instrumentales de la vida cotidiana.
Teniendo en cuenta estos dos puntos de vista, es importante diferenciar estos conceptos, ya que confundir envejecimiento y vejez, y asociar el envejecimiento únicamente con la vejez, son errores frecuentes. La diferencia principal entre envejecimiento y vejez se centra en que el primero es un proceso y la vejez es un estado definitivo e irreversible.
Así pues, las personas envejecen de múltiples maneras dependiendo de las experiencias, eventos cruciales y transiciones afrontadas durante sus cursos de vida y es en la vejez que cada persona determina como afrontar los cambios sufridos, disfrutando este ciclo de vida con calidad.